Prismación

¿Qué es?

En el estrabismo los prismas pueden ser usados como diagnósticos, con fines terapéuticos o con fines curativos. Al tomar la decisión de utilizarlos es importante tener en cuenta que el paciente haya recibido tratamiento para reducir su ambliopía.

Prismas utilizados como diagnóstico

El objetivo de usarlos como diagnóstico es doble; por su lado permite conocer su verdadera desviación puesto que con ellos se produce una ortotropía sensorial y por el otro es posible conocer sus relaciones sensoriales.

El examen de diagnóstico con prismas debe hacerse al comienzo de todo tratamiento, aunque se presente una pequeña ambliopía residual, pues se obtendrá un pronóstico acertado del caso.

Cuando se trata de pacientes en la primera infancia se debe determinar prequirúrgicamente si el paciente alcanzará algún estado de fusión después de la cirugía, si es así, existen diferentes alternativas de tratamiento prequirúrgico que facilitarán la restauración de la función binocular después de la cirugía.

En el caso de los adultos se debe conocer si hay riesgo de diplopia post operatoria y por lo tanto un test de adaptación prismática es indispensable en el estudio ortóptico.

En pacientes en por cuya edad no sea posible corregir una correspondencia retinal anómala, los prismas permiten: confirmar la presencia de esta, determinar el tratamiento a seguir y sugerir el protocolo operatorio.

En estos casos se encuentran aumentos iguales del ángulo aún después de volver a colocar la cantidad exacta de prismas en repetidas ocasiones, fenómeno que se describe en la literatura francesa como comerse los prismas o fenómenos de huida lo que determina el pronóstico y tratamiento según la edad del paciente.

El test de adaptación prismática es muy útil. Es un método de diagnóstico que se recomienda usar como primera medida en el consultorio. Consiste en colocar los prismas equivalentes a la desviación encontrada de lejos (de acuerdo a la cantidad podrán ser usados los prismas de Risley o Fresnell) sobre la montura y cada 20 minutos se observan los posibles cambios, procediendo a modificar los valores si el ángulo de la desviación original ha variado.

Al aumentarse el ángulo objetivo, el paciente puede reportar diplopia o supresión. La diplopia podrá presentarse homónima o cruzada, solo ante objetos o ante la luz o en ambas.

Es importante tener en cuenta si el paciente se encuentra fusionando o suprimiendo en caso que el ángulo permanezca igual y para determinarlo, los cristales estriados de Bagolini, las luces de Worth o los filtros simples pueden ser de gran ayuda.

Como tratamiento terapéutico

Son excelentes en:

  • Heteroforias mal compensadas.
  • Insuficiencias de convergencia que producen sintomatología marcada, como el caso de pacientes que cierran un ojo para estar más cómodos, y en aquellos que no reducen su sintomatología con un tratamiento convencional.
  • Exotropías intermitentes, especialmente en pacientes en la primera infancia.
  • Parálisis musculares.
  • Desviaciones residuales de pequeño ángulo.
  • Beneficios de la utilización de prismas.
  • Atacan la diplopia en las páresias.
  • Corrigen la torticolis.
  • Aumentan el campo visual binocular en las hemianopsias.
  • Si se colocan en desviaciones de pequeño ángulo y con CRN puede desaparecer el ángulo.
  • En endrotropias tratadas en la primera infancia pueden corregir la C.R.A.
  • En algunos casos bloquean el nistagmus.
  • En exotropias intermitentes corrigen grandes ángulos si son tratadas en la primera infancia.

 

Objetivo del prisma

Colocar al paciente en ortoforia sensorial a todos los test en el espacio y al amblioscopio, y desarrollarle su VB y estereopsis, en presencia de estrabismo.

Utilización de prismas como tratamiento

El objetivo de los prismas es reducir el estrabismo y se suspenden cuando la desviación ha desaparecido. Por ejemplo, para reducir pequeños ángulos residuales, se usan inmediatamente después de la intervención quirúrgica, asociados a tratamientos convencionales.

En general los estrabismos pueden ser prismados. Solamente se limita por ángulos de desviación muy grandes o por alteraciones marcadas musculares que no pueden dar ortoforia sensorial sino en una sola posición de mirada.

En cuanto a la edad

Puede iniciarse a los diez meses de edad, lo único que se necesita es que el paciente pueda usar una montura permanente, lo cual debido al desarrollo de la industria óptica es este momento ya es posible a esta temprana edad.

En casos de adultos, a cualquier edad es posible iniciar un tratamiento prismático, puesto que el único riesgo es encontrar un error fusionis, fenómeno no muy frecuente que se soluciona suspendiendo el sistema óptico y permitiendo que la supresión aparezca otra vez.

No es posible colocar prismas en:

  • Angulos mayores de 40 D.
  • Incomitancias marcadas.
  • Alternancia básica o total.
  • Hiperforias alternantes DVD.
  • Tratamientos asociados
  • Oclusiones por horas o totales, en un comienzo cuando el equilibrio es variable.
  • Sectorización ante incomitancias

Tratamientos ortópticos son necesarios antes y durante el uso prismas. Si el paciente presenta una ortoforia en todas las distancias y en todas las posiciones de mirada se procede a aumentar reservas de fusión.

¿Cómo se manifiesta?
Los síntomas más frecuentes son la disminución de visión, la visión borrosa o la deformación de las imágenes. Las líneas aparecen torcidas, y los números o las letras pueden saltar de línea.
¿Cómo se puede prevenir?
Estas membranas son más frecuentes a partir de los 50 años, pero pueden aparecen a cualquier edad. Son a veces consecuencia de una rotura en la retina, que permite el paso de células a través de ella desde el espacio subretiniano.
Por ello es muy importante que ante la presentación de síntomas que pueden corresponder a una rotura retiniana, como moscas flotantes o luces, acudir al oftalmólogo para sellar estas roturas enseguida. También de esta manera evitaremos la formación de un desprendimiento de retina. También se pueden observar después de una cirugía ocular, por lo que el control postoperatorio es muy importante.
¿Cuál es su tratamiento?
Es muy importante vigilar la formación de un desprendimiento de retina controlando el postoperatorio y consultando al oftalmólogo ante cualquiera de estos síntomas. El tratamiento más adecuado para la MEM es la vitrectomía..
¿Qué es la vitrectomía?
La vitrectomía es una cirugía ocular que se utiliza para extraer el vítreo (un gel que rellena la cavidad ocular).

Este procedimiento también se realiza, aún estando el vítreo en buenas condiciones, cuando se requiere extraerlo para trabajar directamente sobre la retina.

Esta cirugía ha permitido que muchos pacientes que hace algunos años perdían irremediablemente la visión, puedan mantenerla o recuperarla a niveles muy satisfactorios.

¿Cómo se realiza?
Este procedimiento se lleva a cabo con delicados instrumentos, que son introducidos dentro del globo ocular a través de pequeñas incisiones en su pared externa (esclera).

Algunos de los instrumentos que se utilizan son: una luz de fibra óptica para iluminar la retina, una cánula de irrigación que mantiene la presión intraocular, y un instrumento que corta y extrae el vítreo. También se utilizan tijeras, pinzas y multitud de otros instrumentos seleccionados para cada caso.

Durante la cirugía, el ojo puede recibir una inyección de gas o una mezcla de aire con gas que tiene la función de reparar el desprendimiento de retina, cerrar un agujero macular o solucionar otros defectos.

La intervención se realiza con anestesia local y dura entre una y dos horas, dependiendo de la patología del ojo.

¿Qué riesgos tiene?
Los riesgos de una vitrectomía son menores que los beneficios que se esperan para mejorar la visión después de la intervención.

Algunos de los posibles riesgos son sangrado postoperatorio, desprendimiento de retina, aumento de la presión ocular en el postoperatorio, catarata o infección.

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